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Que es la propiocepcion
qué es la propiocepción y por qué es importante
Este es un repaso de los sentidos propioceptivos generados como resultado de nuestras propias acciones. Incluyen los sentidos de posición y movimiento de nuestras extremidades y tronco, el sentido del esfuerzo, el sentido de la fuerza y el sentido de la pesadez. Los receptores que intervienen en la propiocepción se encuentran en la piel, los músculos y las articulaciones. La información sobre la posición y el movimiento de las extremidades no es generada por receptores individuales, sino por poblaciones de aferentes. Las señales aferentes generadas durante un movimiento se procesan para codificar la posición final de una extremidad. La entrada aferente se remite a un mapa corporal central para determinar la ubicación de las extremidades en el espacio. Los miembros fantasma experimentales, producidos mediante el bloqueo de los nervios periféricos, han demostrado que las áreas motoras del cerebro son capaces de generar sensaciones conscientes de desplazamiento y movimiento de las extremidades en ausencia de cualquier entrada sensorial. En la extremidad normal, los órganos tendinosos y posiblemente también los husos musculares contribuyen a las sensaciones de fuerza y pesadez. El ejercicio puede alterar la propiocepción, lo que tiene implicaciones en las lesiones musculoesqueléticas. Los sentidos propioceptivos, en particular el de la posición y el movimiento de las extremidades, se deterioran con la edad y se asocian a un mayor riesgo de caídas en los ancianos. La información más reciente de que se dispone sobre la propiocepción ha permitido comprender mejor los mecanismos subyacentes a estos sentidos, además de aportar nuevos conocimientos sobre una serie de afecciones clínicas.
el autismo de la propiocepción
La propiocepción (/ˌproʊprioʊˈsɛpʃən, -priə-/[1][2] PROH-pree-o-SEP-shən), también denominada cinestesia (o cinestesia), es el sentido del movimiento propio y de la posición del cuerpo[3] A veces se describe como el “sexto sentido”[4].
La propiocepción está mediada por los propioceptores, neuronas mecanosensoras situadas en los músculos, tendones y articulaciones[3] La mayoría de los animales poseen múltiples subtipos de propioceptores, que detectan distintos parámetros cinemáticos, como la posición de la articulación, el movimiento y la carga. Aunque todos los animales móviles poseen propioceptores, la estructura de los órganos sensoriales puede variar según la especie.
Las señales propioceptivas se transmiten al sistema nervioso central, donde se integran con la información de otros sistemas sensoriales, como el sistema visual y el vestibular, para crear una representación global de la posición, el movimiento y la aceleración del cuerpo. En muchos animales, la información sensorial de los propioceptores es esencial para estabilizar la postura corporal y coordinar el movimiento del cuerpo.
la información propioceptiva
A cualquier edad, los sentidos ayudan a algo más que a ver, oler, saborear, sentir y oír. Los sentidos desempeñan un papel importante en todo, desde mantener el equilibrio hasta montar en bicicleta o saber cuándo tenemos hambre y sed.
Aquí nos adentraremos en un sentido llamado propiocepción, también conocido como sentido de la conciencia corporal. Para saber más sobre todos los sentidos, visita nuestra página sobre los sentidos, o lee sobre el sentido vestibular (el sentido del equilibrio) y la interocepción (el sentido interno).
Para entender qué es la propiocepción, cierra los ojos y extiende las manos. Mueve los brazos y las manos. Incluso con los ojos cerrados, ¿puedes saber lo lejos o cerca que están tus manos de tu cuerpo? Ese es tu sentido propioceptivo.
La propiocepción es el sentido de la conciencia corporal. Nos dice dónde están las partes de nuestro cuerpo sin tener que buscarlas. Esto nos ayuda a saber dónde están las partes del cuerpo en relación con las demás, lo que refuerza nuestra capacidad de coordinación. También nos indica la fuerza que debemos emplear cuando sujetamos, empujamos, tiramos o levantamos objetos.
anatomía de la propiocepción
La propiocepción es la capacidad del cuerpo de recibir información a través de los receptores de la piel, los músculos y las articulaciones, y de transferirla al cerebro a través del sistema nervioso para que el cuerpo pueda sentirse a sí mismo. En pocas palabras, la propiocepción es el sentido que indica al cuerpo dónde se encuentra en el espacio. La propiocepción es muy importante para el cerebro, ya que desempeña un papel importante en la autorregulación, la coordinación, la postura, la conciencia corporal, la capacidad de atención y concentración y el habla. Muchos niños con trastornos de procesamiento sensorial, autismo y TDAH tienen dificultades en una o más de las áreas mencionadas anteriormente porque su cuerpo no está procesando la información propioceptiva de forma eficaz. Los signos de la disfunción propioceptiva o del subregistro incluyen:
Los niños que tienen dificultades para percibir o procesar la propiocepción a menudo intentan autorregularse realizando actividades y/o comportamientos que proporcionan una entrada propioceptiva intensa o frecuente. La disfunción propioceptiva puede ser abordada y mejorada por la Terapia Ocupacional mediante el uso de la integración sensorial y el desarrollo de una dieta sensorial saludable. Si su hijo tiene dificultad con el procesamiento sensorial o demuestra dificultad con cualquiera de los signos anteriores, póngase en contacto con Sonoran Sun Pediatric Therapy para programar una evaluación gratuita de Terapia Ocupacional.
Periodista del GRUPO BNLIMITED N.W. Cubriendo todo tipo de noticias para diariovelez.com en España. Si deseas comunicarme una noticia de última hora, un suceso o alguna información que crees que es relevante, puedes hacerlo en [email protected]