Tipos de celulas de la glia

localización de las células gliales

Las células gliales fueron identificadas por primera vez por los principales neurocientíficos del siglo XIX, como Rudolf Virchow, Santiago Ramón y Cajal y Pío del Río-Hortega. En aquella época, se sugirió que la glía funcionaba únicamente como el llamado “Nervenkitt” (palabra alemana que significa pegamento nervioso). Esto también se refleja en el nombre “célula glial”, derivado de la antigua palabra griega “glía” que significa “pegamento” en inglés. Con el tiempo, los científicos empezaron a especular sobre otras posibles funciones de estas células. Aunque se han realizado muchos estudios para especificar estas funciones adicionales, las propiedades completas de las células gliales siguen sin resolverse. Además, las células gliales son cualquier cosa menos una fracción celular menor, ya que constituyen -dependiendo de la especie de mamífero- entre el 33 y el 66% de la masa cerebral total (Azevedo et al., 2009; Herculano-Houzel, 2014). Hallazgos recientes han dejado claro que las células gliales son algo más que simples “Nervenkitt”. La población total de células gliales puede subdividirse en cuatro grandes grupos (1) microglía, (2) astrocitos, (3) oligodendrocitos y (4) sus progenitores NG2-glía. Esta revisión se centrará en la investigación de las últimas décadas sobre el papel de estos cuatro tipos principales de células gliales en relación con la función del cerebro adulto.

ejemplo de células gliales

Las células gliales fueron identificadas por primera vez por los principales neurocientíficos del siglo XIX, como Rudolf Virchow, Santiago Ramón y Cajal y Pío del Río-Hortega. En aquella época, se sugirió que la glía funcionaba únicamente como el llamado “Nervenkitt” (palabra alemana que significa pegamento nervioso). Esto también se refleja en el nombre “célula glial”, derivado de la antigua palabra griega “glía”, que significa “pegamento” en inglés. Con el tiempo, los científicos empezaron a especular sobre otras posibles funciones de estas células. Aunque se han realizado muchos estudios para especificar estas funciones adicionales, las propiedades completas de las células gliales siguen sin resolverse. Además, las células gliales son cualquier cosa menos una fracción celular menor, ya que constituyen -dependiendo de la especie de mamífero- entre el 33 y el 66% de la masa cerebral total (Azevedo et al., 2009; Herculano-Houzel, 2014). Hallazgos recientes han dejado claro que las células gliales son algo más que simples “Nervenkitt”. La población total de células gliales puede subdividirse en cuatro grandes grupos (1) microglía, (2) astrocitos, (3) oligodendrocitos y (4) sus progenitores NG2-glía. Esta revisión se centrará en la investigación de las últimas décadas sobre el papel de estos cuatro tipos principales de células gliales en relación con la función del cerebro adulto.

tipos de sinapsis

Las glías, también llamadas células gliales o neuroglías, son células no neuronales del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y del sistema nervioso periférico que no producen impulsos eléctricos[1]. Mantienen la homeostasis, forman la mielina en el sistema nervioso periférico y proporcionan apoyo y protección a las neuronas[2] En el sistema nervioso central, las células gliales incluyen los oligodendrocitos, los astrocitos, las células ependimarias y la microglía, y en el sistema nervioso periférico las células de Schwann y las células satélite. Tienen cuatro funciones principales: (1) rodear a las neuronas y mantenerlas en su sitio; (2) suministrar nutrientes y oxígeno a las neuronas; (3) aislar una neurona de otra; (4) destruir los patógenos y eliminar las neuronas muertas. También desempeñan un papel en la neurotransmisión y las conexiones sinápticas,[3] y en procesos fisiológicos como la respiración[4][5][6] Si bien se creía que la glía superaba en número a las neuronas en una proporción de 10:1, estudios recientes que utilizan métodos más nuevos y la reevaluación de las pruebas cuantitativas históricas sugieren una proporción general de menos de 1:1, con una variación sustancial entre los diferentes tejidos cerebrales[7][8].

células gliales frente a células de schwann

Las microglías son las células inmunitarias del cerebro, que sirven para protegerlo contra las lesiones y las enfermedades. La microglía identifica cuando algo va mal e inicia una respuesta que elimina el agente tóxico y/o despeja las células muertas. Así pues, la microglía es la protectora del cerebro. Sin embargo, la situación puede ser diferente en los trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer: hay pruebas de que la microglía puede hiperactivarse, promoviendo la neuroinflamación que puede conducir a los característicos depósitos de proteínas tóxicas que se observan en el Alzheimer (placas amiloides y ovillos neurofibrilares). Por último, trabajos recientes demuestran que la microglía desempeña un papel en el cerebro en desarrollo. Normalmente, se crean muchas más sinapsis de las que se necesitan, y sólo sobreviven las más fuertes e importantes. La microglía contribuye directamente a este proceso de “poda” sináptica, eliminando las sinapsis consideradas innecesarias.

Los astrocitos son células con forma de estrella que mantienen el entorno de trabajo de las neuronas. Lo hacen controlando los niveles de neurotransmisores alrededor de las sinapsis, controlando las concentraciones de iones importantes como el potasio y proporcionando apoyo metabólico.