Que es una bula papal

bula 1455 sobre la esclavitud

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Una bulla era originalmente una placa circular o jefe de metal, llamada así por su semejanza en la forma a una burbuja que flota sobre el agua (latín bullire, hervir). Con el tiempo, el término pasó a aplicarse a los sellos de plomo con los que se autentificaban los documentos papales y reales en la Alta Edad Media, y por una evolución posterior, el nombre, de designar el sello, acabó por unirse al propio documento. Esto no ocurrió antes del siglo XIII y el nombre de bula era sólo un término popular utilizado casi promiscuamente para todo tipo de instrumentos que salían de la cancillería papal. Desde el siglo XV, se ha impuesto una aceptación mucho más precisa, y la bula ha contrastado durante mucho tiempo con otras formas de documentos papales. A efectos prácticos, una bula puede definirse convenientemente como “una carta apostólica con un sello de plomo”, a lo que se puede añadir que en su supercripción el papa toma invariablemente el título de episcopus, servus servorum Dei.

bula papal dum diversas

Una bula papal es un documento oficial emitido por el Papa o sus oficinas. Las bulas papales pueden abarcar una amplia gama de situaciones, desde excomuniones hasta canonizaciones de santos católicos. Los Archivos Vaticanos conservan muchos ejemplos históricos de bulas papales, y su contenido se ha reimpreso y publicado en todo el mundo. Dado que muchos seguidores de la fe cristiana consideran al Papa como una figura importante de su iglesia, las bulas papales suelen ser muy discutidas cuando se emiten.

El papado ha emitido documentos durante siglos, y estos documentos han sido denominados con una amplia variedad de términos, dependiendo de la época y de su contenido. En el siglo VI, los papas ya emitían documentos formales como cartas, decretos y patentes, que se han denominado retroactivamente “bulas papales”, aunque este término no se empezó a utilizar hasta el siglo XIII.

El término se deriva del dispositivo que se utiliza para sellar una bula papal tradicional. El dispositivo se conoce como “bulla”, relacionado con la palabra latina bullire, “hervir”, una referencia a la forma de burbuja de la bulla. La bulla se fabrica tradicionalmente en metal y se estampa con dispositivos que representan al Papa actual y a la Iglesia. Está unida a la bula papal con un cordón de seda o cáñamo; la seda se utiliza tradicionalmente para las bulas papales que se emiten en ocasiones felices, como una santificación, mientras que un cordón de cáñamo se utilizaría en una orden de excomunión.

¿son infalibles las bulas papales?

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Una bula papal es un tipo de decreto público, carta patente o carta expedida por un papa de la Iglesia católica. Recibe su nombre del sello de plomo (bulla) que tradicionalmente se adjuntaba al final para autentificarlo.

Las bulas papales se utilizan al menos desde el siglo VI, pero la expresión no se utilizó hasta finales del siglo XIII, y entonces sólo a nivel interno con fines administrativos no oficiales. Sin embargo, se hizo oficial en el siglo XV, cuando una de las oficinas de la Cancillería Apostólica recibió el nombre de “registro de bulas” (“registrum bullarum”)[1].

Con la llegada del Papa León IX en 1048, se desarrolló una clara distinción entre dos clases de bulas de mayor y menor solemnidad. La mayor parte de las “grandes bulas” existentes en la actualidad son confirmaciones de propiedad o cartas de protección concedidas a monasterios e instituciones religiosas. En una época en la que se fabricaban muchos documentos de este tipo, los que obtenían bulas de Roma querían asegurarse de que la autenticidad de su bula estaba fuera de toda sospecha. Una confirmación papal, bajo ciertas condiciones, podía alegarse como prueba suficiente del título en los casos en que la escritura original se hubiera perdido o destruido[1].

lista de bulas papales

En su forma más antigua [cita requerida], tal y como se utilizaban en el antiguo Cercano Oriente y Oriente Medio a partir del siglo VIII a.C., las bullae eran bolas de arcilla huecas que contenían otras fichas más pequeñas que identificaban la cantidad y los tipos de bienes que se registraban. En esta forma, las bullae representan una de las primeras formas de especialización en el mundo antiguo, y es probable que su creación requiriera habilidad[1]: 24 A partir del siglo IV a.C., aproximadamente, cuando se generalizaron las comunicaciones en papiro y pergamino, las bullae evolucionaron hasta convertirse en fichas más sencillas que se fijaban a los documentos con un cordón y se imprimían con un signo único (es decir, un sello)[1]: 29 para proporcionar el mismo tipo de identificación autorizada y a prueba de manipulaciones. En ocasiones, las bulas siguen unidas a los documentos con estos fines (por ejemplo, el sello de una bula papal).

Durante el periodo comprendido entre el 8.000 y el 7.500 a.C., los agricultores sumerios necesitaban una forma de llevar un registro de sus animales y bienes. Se formaron pequeñas fichas de arcilla con las palmas para representar ciertos animales y bienes[2].