Historia de juana de arco

cuándo nació juana de arco

Juana de Arco (francés: Jeanne d’Arc pronunciado [ʒan daʁk]; c. 1412 – 30 de mayo de 1431), apodada “La Doncella de Orleans” (francés: La Pucelle d’Orléans), es considerada una heroína de Francia por su papel durante la fase lancasteriana de la Guerra de los Cien Años, y fue canonizada como santa. Nació en Domrémy, en los Vosgos, al noreste de Francia, de una familia de campesinos formada por Jacques d’Arc e Isabelle Romée. Juana decía que había recibido visiones del arcángel Miguel, de Santa Margarita y de Santa Catalina de Alejandría en las que se le ordenaba apoyar a Carlos VII y recuperar Francia de la dominación inglesa a finales de la Guerra de los Cien Años. El rey Carlos VII, aún no ungido, envió a Juana al asedio de Orleans como parte de un ejército de socorro. La reina ganó protagonismo cuando el asedio se levantó sólo nueve días después. Otras victorias rápidas llevaron a la consagración de Carlos VII en Reims. Este acontecimiento tan esperado elevó la moral francesa y preparó el camino para la victoria final de Francia en Castillon en 1453.

En 1456, un tribunal inquisitorial autorizado por el Papa Calixto III examinó el proceso, desmintió los cargos contra ella, la declaró inocente y la declaró mártir. En el siglo XVI se convirtió en un símbolo de la Liga Católica, y en 1803 fue declarada símbolo nacional de Francia por decisión de Napoleón Bonaparte. Fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920. Juana de Arco es una de las nueve patronas secundarias de Francia.

los primeros años de juana de arco

La corta pero extraordinaria vida de Juana de Arco ha inspirado a escritores, artistas, activistas y políticos de todos los tiempos. Su historia aparece en todas partes, desde las letras de las canciones de la Primera Guerra Mundial hasta un nuevo musical de David Byrne. Saltó a la fama por su notable victoria militar en el campo de batalla de Orleans; sin embargo, hay otras formas en las que su vida influyó en el curso de la historia.

Aunque la Guerra de los Cien Años se prolongó 22 años más después de su muerte, a Juana de Arco se le puede atribuir el haber marcado un punto de inflexión en la larguísima y complicada guerra civil entre el Delfín (el futuro rey Carlos VII), los borgoñones y los ingleses. Ella supuso una inyección de moral muy necesaria y espoleó los intentos franceses de recuperar el territorio del norte de manos de los ingleses.

La eventual pérdida del conflicto y de las tierras del continente por parte de Inglaterra supuso un duro golpe. La frustración con los responsables de la campaña condujo en parte a las Guerras de las Rosas de Inglaterra en la década de 1450. También corrompió el profundo patriotismo que sentían los ingleses tras sus victorias en Poitiers y Agincourt, e instauró una francofobia que se mantuvo hasta principios del siglo XX.

discurso de juana de arco

Juana de Arco (francés: Jeanne d’Arc pronunciado [ʒan daʁk]; c. 1412 – 30 de mayo de 1431), apodada “La Doncella de Orleans” (francés: La Pucelle d’Orléans), es considerada una heroína de Francia por su papel durante la fase lancasteriana de la Guerra de los Cien Años, y fue canonizada como santa. Nació de una familia de campesinos, Jacques d’Arc e Isabelle Romée, en Domrémy, en los Vosgos del noreste de Francia. Juana decía que había recibido visiones del arcángel Miguel, de Santa Margarita y de Santa Catalina de Alejandría en las que se le ordenaba apoyar a Carlos VII y recuperar Francia de la dominación inglesa a finales de la Guerra de los Cien Años. El rey Carlos VII, aún no ungido, envió a Juana al asedio de Orleans como parte de un ejército de socorro. La reina ganó protagonismo cuando el asedio se levantó sólo nueve días después. Otras victorias rápidas llevaron a la consagración de Carlos VII en Reims. Este acontecimiento tan esperado elevó la moral francesa y preparó el camino para la victoria final de Francia en Castillon en 1453.

En 1456, un tribunal inquisitorial autorizado por el Papa Calixto III examinó el proceso, desmintió los cargos contra ella, la declaró inocente y la declaró mártir. En el siglo XVI se convirtió en un símbolo de la Liga Católica, y en 1803 fue declarada símbolo nacional de Francia por decisión de Napoleón Bonaparte. Fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920. Juana de Arco es una de las nueve patronas secundarias de Francia.

juana de arco

Juana de Arco es un nombre histórico con el que hay que conjurar, su imagen es instantánea y vívida a lo largo de medio milenio. Su historia es a la vez profundamente familiar e infinitamente sorprendente: la campesina enviada por Dios para salvar a Francia, vestida con una armadura como si fuera un hombre; la doncella que rescató Orleans y llevó a su rey a ser coronado en Reims; la mártir que se convirtió en leyenda -y más tarde en santa- cuando fue quemada en la hoguera por el enemigo inglés.

Conocemos su historia gracias a la conservación de dos notables documentos. Su caso fue juzgado dos veces: un juicio, en 1431, la condenó a muerte como hereje, y el otro, completado 25 años después, limpió su nombre. En las transcripciones escuchamos testimonios de primera mano de Juana, su familia y sus amigos. ¿Qué puede ser más revelador?

Pero no todo es tan sencillo como parece. Los recuerdos narrados por Joan y por quienes la conocieron estaban profundamente impregnados de la conciencia de lo que había llegado a ser y de lo que había logrado. En muchos sentidos, pues, su historia es una vida contada al revés. No sólo eso, sino que en casi todos los puntos hay discrepancias entre los relatos de diferentes testigos, y a veces dentro del testimonio de un solo testigo, incluido el de la propia Juana.