Por que africa no progresa

Etiopía

Los avances en materia de gobernanza se han ralentizado en toda África por primera vez en una década, incluso antes de que se produjera la pandemia de coronavirus, y el compromiso con la democracia y los derechos civiles ha flaqueado, según un importante informe publicado el lunes.

El Índice Mo Ibrahim de Gobernanza Africana, que se publica cada dos años, otorga una puntuación al gobierno de cada país según criterios que incluyen medidas anticorrupción, protección de las libertades civiles y cuidado del medio ambiente.

La fundación, creada en 2006 para centrarse en la necesidad de un buen liderazgo político y una buena gobernanza pública en África, citó las crecientes restricciones a la capacidad de las personas para ejercer sus derechos democráticos y participar en la sociedad civil.

También este año, los presidentes en ejercicio de Guinea y Costa de Marfil consiguieron impulsar cambios constitucionales que les permitían presentarse a un tercer mandato, lo que desencadenó disturbios mortales, al tiempo que añadía sus nombres a una larga lista de líderes con un historial similar.

Sólo un país, Etiopía, ha progresado en todos los ámbitos medidos durante una década, según el informe, pero el segundo país más poblado del continente está ahora inmerso en un conflicto militar que enfrenta al gobierno federal con la región norteña disidente de Tigray.

Por qué es importante áfrica para estados unidos

Atrajo mucha atención porque parecía una alternativa a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) de China. La visión contiene un gran diseño atractivo tanto desde el punto de vista empresarial como geopolítico. Sin embargo, en 2020, no hay ningún logro destacado en relación con la AAGC. Este documento ofrece una evaluación de la AAGC y sugiere explicaciones sobre su incapacidad para producir logros concretos. A pesar de la lentitud del progreso hasta ahora, este autor sostiene que la AAGC es un concepto que merece la pena rediseñar y revivir para mantener la ampliación de la cooperación entre Japón y la India.

El 23 de mayo de 2017, en la 52ª reunión del Banco Africano de Desarrollo (BAD) celebrada en Gujarat (India), el primer ministro Narendra Modi anunció la AAGC, en virtud de la cual India y Japón trabajarían juntos para apoyar el desarrollo de África[1].

Antes de la reunión, en noviembre de 2016, los primeros ministros Modi y Shinzo Abe acordaron mejorar la conectividad entre Asia y África. Decidieron buscar la sinergia entre la política “Act East” de la India y la política “Expanded Partnership for Quality Infrastructure” de Japón. También compartieron la intención de trabajar juntos para desarrollar corredores y redes industriales en Asia y África. A raíz de esta declaración, las instituciones de investigación de India y Japón crearon el documento de visión de la AAGC, consultando con grupos de reflexión africanos (de Sudáfrica y Mozambique, en particular), y lo presentaron en la reunión del BAD. Las instituciones de investigación indias y japonesas son: el Sistema de Investigación e Información para los Países en Desarrollo (RIS), de India; el Instituto de Investigación Económica para la ASEAN y Asia Oriental (ERIA), y el Instituto de Economías en Desarrollo-Organización Japonesa de Comercio Exterior (IDE-JETRO), de Japón.

Por qué áfrica es pobre

Es evidente que los países presentan diferencias de riqueza. Es decir, algunas naciones se consideran ricas, mientras que de otras se dice que son pobres. Desde un punto de vista económico, parece más fácil distinguir los países ricos de los pobres en función de la cantidad de recursos de que dispone una sociedad determinada. Sin embargo, es relativamente difícil identificar información en profundidad sobre la distribución de la renta entre los grupos sociales, la utilización de los recursos y las tendencias de producción y consumo dentro de un país o región determinados (Acemoglu y Robinson, 2012). Estos parámetros sólo pueden determinarse mediante el uso de un “indicador de desarrollo”. Por lo tanto, este documento ofrecerá una descripción precisa del “desarrollo” e intentará explicar por qué África se ha quedado atrás con respecto a otros continentes y regiones en materia de desarrollo.

Desde un punto de vista internacional, el “desarrollo” puede definirse como la interacción entre el crecimiento económico y el desarrollo humano de un país. Esta interacción determina la calidad de vida de las personas, que no está necesariamente relacionada con los ingresos medios. Por ello, los países pueden tener ingresos medios similares y, sin embargo, la calidad de vida de las personas difiere considerablemente (Banco Mundial, s.f.). Normalmente, la calidad de vida de las personas viene determinada por algunos factores, como el acceso a la sanidad y la educación, la amenaza de la delincuencia, la disponibilidad de agua potable y aire limpio, las oportunidades de empleo y una vivienda adecuada.

10 problemas de industrialización en áfrica

África, un continente dotado de inmensos recursos naturales y humanos, así como de una gran diversidad cultural, ecológica y económica, sigue estando subdesarrollada. La mayoría de las naciones africanas sufren dictaduras militares, corrupción, disturbios civiles y guerras, subdesarrollo y profunda pobreza. La mayoría de los países clasificados por la ONU como menos desarrollados están en África. Numerosas estrategias de desarrollo no han dado los resultados esperados. Aunque algunos creen que el continente está condenado a la pobreza perpetua y a la esclavitud económica, África tiene un inmenso potencial.

Y otro informe sobre cómo la ayuda al desarrollo en África sirve de mera cortina de humo para encubrir los flujos financieros ilícitos, las políticas comerciales injustas y los costes de adaptación al cambio climático que agotan los recursos del continente. El informe “¿Cuentas honestas? The true story of Africa’s billion dollar losses”, publicado por Health Poverty Action y del que son coautoras otras organizaciones de la sociedad civil, contrasta los flujos de entrada y salida de África y llega a un resultado esclarecedor. Según el informe, el continente registra una pérdida neta anual de 58.200 millones de dólares que van a parar a los bolsillos de los gobiernos occidentales o de las empresas transnacionales. (Acción contra la pobreza y la salud)