Areas de la corteza cerebral

Áreas de asociación de la corteza cerebral

La corteza cerebral es la capa más externa que da al cerebro su característico aspecto arrugado. La corteza cerebral está dividida longitudinalmente en dos hemisferios cerebrales conectados por el cuerpo calloso. Tradicionalmente, cada uno de los hemisferios se ha dividido en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.

Aunque ahora sabemos que la mayoría de las funciones cerebrales dependen de muchas regiones diferentes de todo el cerebro que trabajan conjuntamente, sigue siendo cierto que cada lóbulo realiza la mayor parte de ciertas funciones.

En los seres humanos, los lóbulos del cerebro están divididos por una serie de protuberancias y surcos. Se denominan giros (protuberancias) y surcos (surcos o fisuras). El plegado del cerebro, y los giros y surcos resultantes, aumentan su superficie y permiten que quepa más materia de la corteza cerebral dentro del cráneo.

El lóbulo frontal suele ser el lugar donde se desarrollan las funciones ejecutivas superiores, como la regulación emocional, la planificación, el razonamiento y la resolución de problemas. Por eso, en la demencia frontotemporal, los cambios de personalidad suelen ser los primeros signos de la enfermedad.

Áreas del tálamo

La corteza cerebral y la corteza cerebelosa varían enormemente entre especies en cuanto a su tamaño y complejidad de circunvoluciones. Analizamos el desarrollo y la evolución de las estructuras corticales en términos de anatomía y organización funcional. Proponemos que las formas distintivas de la corteza cerebral y cerebelosa pueden explicarse por relativamente pocos procesos de desarrollo, entre los que destaca la tensión mecánica a lo largo de los axones y las dendritas. En cuanto a la organización funcional, mostramos cómo los mapas del contenido de mielina en la corteza cerebral se conservan evolutivamente entre los primates, pero difieren en la proporción de la corteza dedicada a las funciones sensoriales, cognitivas y otras. Resumimos los avances y retos recientes en (i) la parcelación de la corteza cerebral en un mosaico de áreas distintas, (ii) la distinción de las áreas corticales que se corresponden entre especies de las que están presentes en una especie pero no en otra, y (iii) el uso de esta información junto con el registro entre especies basado en la superficie para obtener una visión más profunda de la evolución cortical. También comentamos los retos metodológicos impuestos por las diferencias en la organización anatómica y funcional de la corteza cerebelosa en relación con la corteza cerebral.

Áreas del lóbulo occipital

El cerebro es la parte del cerebro que recibe y procesa la sensación consciente, genera el pensamiento y controla la actividad consciente. Es la parte superior y más grande del cerebro y se divide en los hemisferios izquierdo y derecho, que están unidos y comunicados por el cuerpo calloso.

Cada hemisferio cerebral está dividido en cinco lóbulos, cuatro de los cuales tienen el mismo nombre que el hueso que los cubre: el lóbulo frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo occipital y el lóbulo temporal. Un quinto lóbulo, la ínsula o isla de Reil, se encuentra en la profundidad del surco lateral.

El cerebelo es una sección del cerebro con forma de coliflor situada en el rombencéfalo, en la parte inferior trasera de la cabeza, directamente detrás del puente de Varolio. El cerebelo es un sistema complejo dedicado principalmente a la intrincada coordinación del movimiento voluntario, incluyendo la marcha y el equilibrio. Los daños en el cerebelo dejan a la persona afectada con una marcha que parece ebria y difícil de controlar.

Lóbulos de la corteza cerebral

Las áreas sensoriales son las zonas del cerebro que reciben y procesan la información sensorial. La corteza cerebral está conectada a varias estructuras subcorticales, como el tálamo y los ganglios basales. La mayor parte de la información sensorial se dirige a la corteza cerebral a través del tálamo. Sin embargo, la información olfativa pasa al córtex olfativo a través del bulbo olfativo, sin pasar por el tálamo. El córtex se suele describir como compuesto por tres partes: áreas sensoriales, motoras y de asociación. Las partes del córtex que reciben información sensorial del tálamo se denominan áreas sensoriales primarias. Cada uno de los cinco sentidos se relaciona con grupos específicos de células cerebrales que categorizan e integran la información sensorial.

El córtex somatosensorial primario, situado a través del surco central y detrás del córtex motor primario, está configurado para corresponder generalmente con la disposición de las células motoras cercanas relacionadas con partes específicas del cuerpo.

En general, cada hemisferio cerebral recibe información del lado opuesto del cuerpo. Por ejemplo, la corteza somatosensorial primaria derecha recibe información de las extremidades izquierdas, y la corteza visual derecha recibe información del ojo izquierdo. La organización de los mapas sensoriales en la corteza refleja la del órgano sensorial correspondiente, en lo que se conoce como mapa topográfico. Los puntos vecinos de la corteza visual primaria, por ejemplo, se corresponden con los puntos vecinos de la retina. Este mapa topográfico se denomina mapa retinotópico.