Izquierda unida desaparece

Quién desapareció durante la guerra sucia

Una autopsia ha confirmado este fin de semana que los restos encontrados en una reserva forestal de los suburbios de Darién son los de Jacob Cefolia, un ejecutivo de United Airlines que desapareció el año pasado y que había sido objeto de una búsqueda exhaustiva en la zona.

El viernes, unos contratistas que trabajaban en la reserva forestal de Waterfall Glen encontraron a Cefolia colgado de un cinturón de un árbol arrancado en una zona que había sido buscada repetidamente, según informaron las autoridades del condado de DuPage en un comunicado.

Cefolia, de 50 años, de Elmhurst, fue identificado a través de los registros dentales, según el forense del condado de DuPage, el Dr. Richard Jorgensen. La causa y la forma de la muerte no se han determinado, pero el jefe de la policía de DuPage Forest Preserve, David Pederson, señaló que no había signos de juego sucio. Se está llevando a cabo una investigación sobre la muerte.

El ex vicepresidente senior de ventas mundiales de la aerolínea con sede en Chicago, Cefolia había sido reportado como desaparecido el 8 de agosto de 2020. El misterio que rodea a su desaparición rápidamente acaparó la atención de los medios de comunicación y provocó una considerable persecución.

Línea de tiempo de la guerra sucia en argentina

Una desaparición forzada (o desaparición forzada) es el secuestro o encarcelamiento secreto de una persona por parte de un Estado u organización política, o por un tercero con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un Estado u organización política, seguido de la negativa a reconocer la suerte y el paradero de la persona, con la intención de sustraer a la víctima de la protección de la ley[1].

Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que entró en vigor el 1 de julio de 2002, cuando se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra cualquier población civil, una “desaparición forzada” se califica como crimen de lesa humanidad, no sujeto a prescripción, en el derecho penal internacional. El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

“Desaparecer” a los rivales políticos es también una forma que tienen los regímenes de imponer la complicidad de las poblaciones. La dificultad de luchar públicamente contra un gobierno que asesina en secreto puede dar lugar a la pretensión generalizada de que todo es normal, como ocurrió en la Guerra Sucia en Argentina.

Desapariciones forzadas filipinas

Una desaparición forzada (o desaparición forzada) es el secuestro o encarcelamiento secreto de una persona por parte de un Estado u organización política, o por un tercero con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un Estado u organización política, seguido de la negativa a reconocer la suerte y el paradero de la persona, con la intención de sustraer a la víctima de la protección de la ley[1].

Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que entró en vigor el 1 de julio de 2002, cuando se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra cualquier población civil, una “desaparición forzada” se califica como crimen de lesa humanidad, no sujeto a prescripción, en el derecho penal internacional. El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

“Desaparecer” a los rivales políticos es también una forma que tienen los regímenes de imponer la complicidad de las poblaciones. La dificultad de luchar públicamente contra un gobierno que asesina en secreto puede dar lugar a la pretensión generalizada de que todo es normal, como ocurrió en la Guerra Sucia en Argentina.

Desaparición forzada

Una desaparición forzada (o desaparición forzada) es el secuestro o encarcelamiento secreto de una persona por parte de un Estado u organización política, o por un tercero con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un Estado u organización política, seguido de la negativa a reconocer la suerte y el paradero de la persona, con la intención de sustraer a la víctima de la protección de la ley[1].

Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que entró en vigor el 1 de julio de 2002, cuando se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra cualquier población civil, una “desaparición forzada” se califica como crimen de lesa humanidad, no sujeto a prescripción, en el derecho penal internacional. El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

“Desaparecer” a los rivales políticos es también una forma que tienen los regímenes de imponer la complicidad de las poblaciones. La dificultad de luchar públicamente contra un gobierno que asesina en secreto puede dar lugar a la pretensión generalizada de que todo es normal, como ocurrió en la Guerra Sucia en Argentina.