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Las veintisiete Hijas de la Caridad mártires, y la Hija de María que las acompañó en el martirio, son claros testimonios reflexivos de la Luz de Cristo Resucitado a quien siguieron como testigos de la Fe.    Estas Hermanas, así como el P. Fortunato Velasco Tobar y trece cohermanos vicentinos, se encuentran entre los 522 mártires beatificados en Tarragona este 13 de octubre de 2013.

Los mártires son estrellas de la Fe porque dieron su vida para identificarse con la verdadera Luz que nos dijo de sí mismo: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. (Jn 8, 12).

Siguiendo al autor del Apocalipsis (Ap 7, 13-14) que habla del martirio de los primeros cristianos, responderemos a cuatro preguntas importantes: ¿Quiénes son? ¿De dónde venían? ¿Cómo y por qué murieron? ¿Qué desafíos nos plantean?

a) Son mujeres sencillas de su tiempo, en su origen social, en sus raíces familiares, en su educación, en su inserción en su pueblo y en su forma de vivir la fe.    Todas tenían una amplia formación y estaban capacitadas para realizar diferentes servicios y seguir estudios especializados. En general, eran mujeres alegres y llenas de esperanza.

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Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, oficialmente llamadas Compañía de la Caridad de San Vicente de Paúl, fueron cofundadas en París en 1633 por el gran santo y Santa Luisa de Marillac, para servir a los pobres y marginados.

Celebran su Asamblea General en su Casa Madre, situada en el número 140 de la Rue du Bac de París, conocida en todo el mundo por Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, después de que la Virgen María se apareciera a la monja Hija de la Caridad, Santa Catalina Labouré, en 1830.

“El tema que has elegido es valiente, Éfata, y te lleva a considerar la necesidad de ‘cruzar el umbral de la puerta…’, de no cansarte de ‘ir hacia…’, de ‘encontrarte’, dijo el Papa.    Salir a llevar el amor de Cristo a los pobres, dijo, ha sido su sello desde el principio.

“Esto -señaló- os ha llevado en todo el mundo no sólo a asistir a los pobres en grandes institutos, hospitales, orfanatos y escuelas, sino también a visitarlos, a salir a su encuentro en los lugares donde viven, a participar con ellos en caminos de crecimiento humano, de promoción de la vida, de atención espiritual.”

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La Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (en latín: Societas Filiarum Caritatis a Sancto Vincentio de Paulo), comúnmente llamadas Hijas de la Caridad o Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, es una Sociedad de Vida Apostólica femenina dentro de la Iglesia Católica. Sus miembros hacen votos anuales a lo largo de su vida, lo que las deja siempre libres de salir, sin necesidad de permiso eclesiástico. Fueron fundadas en 1633 y afirman que se dedican a servir a los pobres mediante las obras de misericordia corporales y espirituales.

Se las conoce popularmente en Francia como “las Hermanas Grises”, por el color de su hábito religioso tradicional, que originalmente era gris y luego gris azulado. La publicación de 1996 The Vincentian Family Tree presenta una visión general de las comunidades afines desde una perspectiva genealógica[1] Utilizan las iniciales DC después de sus nombres.

Estas jóvenes formaron el núcleo de la Compañía de las Hijas de la Caridad, hoy extendida por todo el mundo. El 29 de noviembre de 1633, víspera de San Andrés, de Marillac inició una formación más sistemática de las mujeres, especialmente para el cuidado de los enfermos. Las hermanas vivían en comunidad para desarrollar mejor la vida espiritual y así poder cumplir mejor su misión de servicio. Las Hijas de la Caridad se diferenciaban de otras congregaciones religiosas de la época en que no estaban enclaustradas. Mantenían la necesaria movilidad y disponibilidad, y vivían entre los que servían[3]. Desde el principio, el lema de la comunidad era: “¡La caridad de Cristo nos impulsa!”.

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La Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (en latín: Societas Filiarum Caritatis a Sancto Vincentio de Paulo), comúnmente llamadas Hijas de la Caridad o Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, es una Sociedad de Vida Apostólica femenina dentro de la Iglesia Católica. Sus miembros hacen votos anuales a lo largo de su vida, lo que las deja siempre libres de salir, sin necesidad de permiso eclesiástico. Fueron fundadas en 1633 y afirman que se dedican a servir a los pobres mediante las obras de misericordia corporales y espirituales.

Se las conoce popularmente en Francia como “las Hermanas Grises”, por el color de su hábito religioso tradicional, que originalmente era gris y luego gris azulado. La publicación de 1996 The Vincentian Family Tree presenta una visión general de las comunidades afines desde una perspectiva genealógica[1] Utilizan las iniciales DC después de sus nombres.

Estas jóvenes formaron el núcleo de la Compañía de las Hijas de la Caridad, hoy extendida por todo el mundo. El 29 de noviembre de 1633, víspera de San Andrés, de Marillac inició una formación más sistemática de las mujeres, especialmente para el cuidado de los enfermos. Las hermanas vivían en comunidad para desarrollar mejor la vida espiritual y así poder cumplir mejor su misión de servicio. Las Hijas de la Caridad se diferenciaban de otras congregaciones religiosas de la época en que no estaban enclaustradas. Mantenían la necesaria movilidad y disponibilidad, y vivían entre los que servían[3]. Desde el principio, el lema de la comunidad era: “¡La caridad de Cristo nos impulsa!”.