Como se reparan los huesos

tiempo de curación de una fractura ósea

¿Se ha roto alguna vez una pierna u otro hueso, como el hombre que mira con anhelo el agua de esta piscina (figura 11.5.1)? Tener un hueso roto puede limitar mucho tu actividad. Los huesos son muy duros, pero se rompen (o fracturan) si se les aplica suficiente fuerza. Afortunadamente, los huesos son órganos muy activos que pueden repararse a sí mismos si se rompen. Los huesos también pueden remodelarse y crecer. En esta sección aprenderás cómo los huesos pueden hacer todas estas cosas.

Al principio del desarrollo de un feto humano, el esqueleto está hecho casi por completo de cartílago. Este cartílago relativamente blando se convierte gradualmente en hueso duro mediante la osificación.  La osificación es un proceso en el que se crea tejido óseo a partir de cartílago. En el apartado 11.5.2 se ilustran los pasos en los que se forman los huesos del esqueleto a partir del cartílago. Los pasos son los siguientes:

Cuando el hueso se forma a partir del cartílago, la osificación comienza con un punto en el cartílago llamado centro de osificación primario. Éste aparece generalmente durante el desarrollo fetal, aunque algunos huesos cortos comienzan su osificación primaria después del nacimiento. La osificación se produce hacia ambos extremos del hueso desde el centro de osificación primario y, en el caso de los huesos largos, acaba formando el eje del hueso.

6 etapas de curación ósea

Paciente varón de 19 años con una no-unión infectada tras el enclavado intramedular de una fractura abierta de tibia. (A). Radiografías anteroposteriores (AP) y laterales de la tibia que ilustran la osteólisis (flecha blanca) secundaria a la infección. El paciente fue sometido a la extracción del clavo, a un amplio desbridamiento y a una reconstrucción del defecto óseo en dos fases, utilizando la técnica de membrana inducida para la regeneración ósea (técnica de Masquelet). (B) Imágenes intraoperatorias que muestran: (1) un defecto de 60 mm en la tibia (flecha negra) en la segunda fase de la intervención; (2) se proporcionó una estabilidad mecánica adecuada con una fijación interna (placa de bloqueo) que hacía de puente con el defecto, mientras se mantenía la longitud (flecha negra); (3) se proporcionó la máxima estimulación biológica mediante un injerto óseo autólogo extraído del canal femoral (flecha negra, derecha), células madre mesenquimales de médula ósea (flecha rota, izquierda) y el factor osteoinductor proteína morfogenética ósea-7 (centro); (4) se colocó el injerto para rellenar el defecto óseo (flecha negra). (C) Imágenes fluoroscópicas intraoperatorias que muestran el defecto óseo tras la fijación. (D) Radiografías AP y laterales postoperatorias a los 3 meses, que muestran la evolución del proceso de regeneración ósea con una incorporación y mineralización satisfactorias del injerto (fotografías por cortesía de PVG).Imagen a tamaño completo

¿los huesos rotos se curan con normalidad?

Los huesos dan soporte a nuestro cuerpo, permitiéndonos usar nuestros músculos para caminar, montar en bicicleta y sostener a un niño. Protegen nuestros órganos y almacenan y liberan nuestro suministro de calcio. El calcio es un mineral necesario no sólo para construir y mantener unos huesos fuertes, sino también vital para el funcionamiento de todas las células de nuestro cuerpo.

En los últimos 15 años, hemos aprendido mucho más sobre los huesos: la forma en que funcionan, crecen, se reconstruyen, se debilitan y se rompen. Y lo que es más importante, hemos aprendido sobre el metabolismo óseo y cómo el hueso cambia constantemente, reconstruyéndose a lo largo de nuestra vida. Ahora sabemos que algunas personas tienen un mayor riesgo de padecer osteoporosis (adelgazamiento de los huesos), porque su metabolismo óseo provoca una pérdida excesiva de hueso y no favorece su reconstrucción. La nutrición y el ejercicio adecuados son importantes para la salud de los huesos, pero no pueden resolver este problema metabólico. Sin embargo, ahora los médicos pueden ofrecer tratamiento a las personas que tienen o corren el riesgo de desarrollar debilidad ósea.

Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), la mitad de los estadounidenses mayores de 50 años tienen huesos débiles. La buena noticia es que, independientemente de la edad que tengamos, hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir la pérdida de masa ósea e incluso construir hueso nuevo.

señales de que un hueso roto se está curando

Una fractura es un hueso roto. Se curará tanto si el médico lo repone (coloca) en su posición anatómica como si no. Si el hueso no se restablece correctamente, el proceso de curación reconstruirá hueso nuevo pero mantendrá el hueso en su posición deformada.

Cuando un hueso roto se manipula y se coloca en su posición natural sin cirugía, el procedimiento se denomina reducción cerrada. La reducción abierta requiere una intervención quirúrgica para exponer la fractura y reajustar el hueso. Mientras que algunas fracturas pueden ser menores, otras son bastante graves y dan lugar a graves complicaciones. Por ejemplo, una fractura de la diáfisis del fémur puede liberar glóbulos de grasa en el torrente sanguíneo. Éstos pueden quedar alojados en los lechos capilares de los pulmones, lo que provoca dificultad respiratoria y, si no se trata rápidamente, la muerte (esto se denomina embolia pulmonar).

Las fracturas se clasifican por su complejidad, localización y otras características (figura 6.5.1). En la tabla 6.4 se describen los tipos habituales de fracturas. Algunas fracturas pueden describirse con más de un término porque pueden tener las características de más de un tipo (por ejemplo, una fractura transversal abierta).