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Traficante de armas ruso
Sergei bout
El tribunal rechazó el viernes el argumento de que Bout, protagonista del libro Mercader de la muerte e inspirador del personaje de Nicolas Cage en la película de 2005 El señor de la guerra, fue víctima de una persecución “vengativa”, incluida la operación internacional que condujo a su captura.
En un caso que tensó las relaciones entre Washington y Moscú, el Tribunal de Apelación del Segundo Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva York, declaró que el gobierno estadounidense estaba motivado para perseguir a Bout por la “preocupación generalizada” de que estaba involucrado en actividades delictivas, reflejada por su inclusión en numerosas listas de sanciones de Estados Unidos y la ONU durante años.
Los miembros del jurado declararon a Bout culpable de conspirar para matar a soldados estadounidenses y a otros ciudadanos al haber aceptado vender armas a informantes de la Agencia Antidroga de Estados Unidos que se habían hecho pasar por miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Tráfico de armas
Casi tres años después, Estados Unidos consiguió la extradición y llevó al presunto traficante de armas ruso, apodado el “mercader de la muerte”, a Nueva York para ser juzgado. Buscando acceso a Bout en la cárcel, Gerber se puso en contacto con su esposa, Alla, que también había llegado a Manhattan para asistir al juicio. Gerber y su colaborador, Maxim Pozdorovkin, tardaron otros tres años en realizar un documental en el que se detalla la trayectoria del famoso traficante de armas, de la pobreza a la riqueza y a la cárcel.
Según Gerber, el empresario ruso desafía cualquier descripción. También era un especulador de la guerra, un magnate de la aviación, un contrabandista de armas y, lo más extraño de todo, un cineasta aficionado. Y hasta tres días antes de su detención, acusado de conspirar para asesinar a estadounidenses, Bout mantuvo su cámara en funcionamiento, documentando su propia vida, eludiendo el derecho internacional.
La ironía o el hecho poco conocido sobre el comercio de armas que esperamos destacar es que la ofuscación y la oscuridad del mundo del comercio de armas es perpetuada por los gobiernos para poder apoyar a los aliados desagradables de su propia elección, sin el apoyo de organismos internacionales como la ONU. Un ejemplo es el escándalo Irán-Contra.
Sueldo de traficante de armas ilegal
En un cálido día de verano de 2012, el cineasta Maxim Pozdorovkin se dirigió a un acomodado suburbio de Moscú para visitar la casa de Viktor Bout, el traficante de armas más infame del mundo. En abril había sido condenado a 25 años de prisión en Estados Unidos por intentar vender misiles a un grupo militante colombiano. Pero su mujer, Alla, seguía en su casa de Rusia y le enseñó a Pozdorovkin los alrededores. La principal atracción de la casa era el despacho de Bout, que estaba repleto de las extrañas baratijas que coleccionaba durante sus viajes: libros sobre misticismo, maquetas de aviones, algunos platos de recuerdo de una granja de caimanes en Asia, estatuillas de deidades africanas. En una de las estanterías de la habitación había una copia de Lord of War, la película de Hollywood de 2005 basada en gran medida en la biografía de Bout, en la que Nicolas Cage interpreta a un traficante de armas drogado. Al pasar estos objetos, Alla Bout mostró a su invitado un armario que estaba al lado del escritorio y que contenía una caja de zapatos y unas bolsas de la compra llenas de cintas de vídeo. Se trataba, según Pozdorovkin, de “un tesoro”: cientos de horas de grabaciones amateur que Bout había realizado durante casi dos décadas en el negocio de la carga.
Traficante de armas internacional
Historia de la aviaciónLa historia de Viktor Bout, el traficante de armas ruso que suministró aviones de carga a Ariana Afghan Airlines, la aerolínea secuestrada por los talibanes y utilizada para trasladar drogas, terroristas y armas
En 1998, las empresas de Bout vendieron a los talibanes aviones de transporte que, aunque eran propiedad de las fuerzas aéreas talibanas y estaban tripulados por pilotos militares, en algunos casos tenían la pintura azul y blanca distintiva de Ariana Airlines y matrículas civiles.
Viktor Bout, un empresario ruso que se había dado a conocer como el principal traficante de armas del mundo y cuyo Il-76 se vio obligado a aterrizar por un avión talibán en Kandahar en 1995, al parecer hizo negocios con el movimiento islámico poco después de este embarazoso incidente. A lo largo de su carrera en el negocio del transporte, nunca estuvo motivado por la ideología o la simpatía por una determinada facción beligerante: servía a cualquiera que estuviera dispuesto a pagar y cultivaba el negocio en lugares donde otros apenas se atrevían a ir.
Cuando los talibanes pusieron en servicio los MiG que capturaron en Kandahar, era sólo cuestión de tiempo que algo saliera mal. La tripulación del Il-76 de Bout que los talibanes obligaron a aterrizar en el aeropuerto de Kandahar sabía, al parecer, que las fuerzas aéreas del movimiento patrullaban los alrededores de la ciudad y que era importante mantener una distancia de seguridad durante los vuelos desde el emirato de Sharjah, donde Bout había establecido su cuartel general, hasta Kabul y de vuelta. Finalmente, durante el fatídico vuelo, la tripulación se acercó demasiado a la zona de operaciones de la AF talibán o los pilotos talibanes persiguieron intencionadamente al avión ruso aunque éste hubiera evitado la zona de Kandahar.
Periodista del GRUPO BNLIMITED N.W. Cubriendo todo tipo de noticias para diariovelez.com en España. Si deseas comunicarme una noticia de última hora, un suceso o alguna información que crees que es relevante, puedes hacerlo en [email protected]