Prestación contributiva o subsidio por desempleo

Ejemplos de prestaciones no contributivas

Es importante asegurarse de que recibe toda la ayuda a la que tiene derecho. En estas páginas encontrará información sobre las prestaciones y los créditos fiscales si trabaja o está en el paro, si está enfermo o discapacitado, si es padre o madre, si es joven, si es una persona mayor o un veterano. También hay información sobre los impuestos municipales y los costes de la vivienda, los seguros nacionales, el pago de prestaciones y los problemas con las prestaciones.

Averigüe si tiene derecho a la prestación por hijo a cargo y cómo solicitarla. Compruebe cómo los cambios en su situación y en la de su hijo afectarán a su prestación familiar. Averigüe qué debe hacer si quiere recurrir una decisión sobre la prestación familiar.

¿por qué se creó el seguro de desempleo?

Las cotizaciones al seguro de desempleo sirven para financiar gastos como las prestaciones de desempleo vinculadas a los ingresos, los subsidios de educación para adultos, las prestaciones de jubilación y las prestaciones Kela. El trabajador y el empresario están obligados a cotizar al seguro de desempleo y ambos pagan la parte que les corresponde. El pago lo realiza el empresario.

El empresario está obligado a pagar las cotizaciones al seguro de desempleo si se paga un total de más de 1.300 EUR en concepto de salario por año natural. La obligación de pago del seguro de desempleo se aplica a los trabajadores que han cumplido 17 años y son menores de 65 años.

La cotización al seguro de desempleo también se deduce de los salarios pagados por los sustitutos. Por ejemplo, en una situación en la que los costes salariales de un asistente personal están sujetos a compensación en base a la Ley de Servicios y Asistencia a la Discapacidad. El pago se envía al empresario aunque el pagador sustituto lo abone en nombre del empresario.

El empresario que ha puesto fin a una relación laboral infringiendo las disposiciones de la Ley de Contratos Laborales está obligado a pagar una indemnización al trabajador. El Fondo de Empleo actúa como perito en las situaciones de conciliación y es el destinatario de la deducción en materia de coordinación.

Ventajas de las prestaciones por desempleo

Las prestaciones por desempleo, también llamadas seguro de desempleo, pago por desempleo, compensación por desempleo o simplemente desempleo, son pagos realizados por organismos autorizados a los desempleados. En Estados Unidos, las prestaciones se financian a través de un sistema de seguro gubernamental obligatorio, y no a través de los impuestos de los ciudadanos. Dependiendo de la jurisdicción y del estatus de la persona, esas sumas pueden ser pequeñas, cubriendo sólo las necesidades básicas, o pueden compensar el tiempo perdido proporcionalmente al salario ganado anteriormente.

El primer régimen moderno de prestaciones por desempleo se introdujo en el Reino Unido con la Ley de Seguro Nacional de 1911, bajo el gobierno del Partido Liberal de H. H. Asquith. Las medidas populares pretendían combatir la creciente influencia del Partido Laborista entre la población obrera del país. La Ley dotó a las clases trabajadoras británicas de un sistema contributivo de seguro contra la enfermedad y el desempleo. Sin embargo, sólo se aplicaba a los asalariados, y sus familias y los no asalariados debían recurrir a otras fuentes de ayuda, si es que las había[5]. Entre las figuras clave en la aplicación de la Ley se encontraban Robert Laurie Morant y William Braithwaite.

Qué son las prestaciones no contributivas

Las prestaciones de desempleo, también llamadas seguro de desempleo, pago por desempleo, compensación por desempleo o simplemente desempleo, son pagos realizados por organismos autorizados a personas desempleadas. En Estados Unidos, las prestaciones se financian mediante un sistema de seguro gubernamental obligatorio, y no mediante impuestos a los ciudadanos individuales. Dependiendo de la jurisdicción y del estatus de la persona, esas sumas pueden ser pequeñas, cubriendo sólo las necesidades básicas, o pueden compensar el tiempo perdido proporcionalmente al salario ganado anteriormente.

El primer régimen moderno de prestaciones por desempleo se introdujo en el Reino Unido con la Ley de Seguro Nacional de 1911, bajo el gobierno del Partido Liberal de H. H. Asquith. Las medidas populares pretendían combatir la creciente influencia del Partido Laborista entre la población obrera del país. La Ley dotó a las clases trabajadoras británicas de un sistema contributivo de seguro contra la enfermedad y el desempleo. Sin embargo, sólo se aplicaba a los asalariados, y sus familias y los no asalariados debían recurrir a otras fuentes de ayuda, si es que las había[5]. Entre las figuras clave en la aplicación de la Ley se encontraban Robert Laurie Morant y William Braithwaite.