San damian y san cosme

San damián, patrón

Saladino d’Ascoli, médico italiano del siglo XV, afirma que el electuario medieval, una masa pastosa consistente en un medicamento mezclado con azúcar y agua o miel apto para su administración oral,[8] conocido como opopira,[9] un complejo medicamento compuesto utilizado para tratar diversas enfermedades, incluida la parálisis, fue inventado por Cosmas y Damián[10].

Durante la persecución de Diocleciano, Cosmas y Damián fueron arrestados por orden del prefecto de Cilicia, un tal Lisias que no se conoce, quien les ordenó bajo tortura que se retractaran. Sin embargo, según la leyenda, se mantuvieron fieles a su fe, soportando ser colgados en una cruz, apedreados y atravesados por flechas, y finalmente sufrieron la ejecución por decapitación. Antímo, Leoncio y Eupropio, sus hermanos menores, que fueron inseparables de ellos durante toda su vida, compartieron su martirio[5].

La veneración de Cosme y Damián se extendió rápidamente más allá de Constantinopla; los relatos de su martirio fueron reescritos por diversos autores como Andrés de Creta, Pedro de Argos, Teodoro II Laskaris y un tal Máximo hacia el año 1300. Las leyendas se conservan también en siríaco, copto, georgiano, armenio y latín[11].

Los santos patronos cosme y damián

Saladino d’Ascoli, médico italiano del siglo XV, afirma que el electuario medieval, una masa pastosa consistente en un medicamento mezclado con azúcar y agua o miel apto para su administración oral,[8] conocido como opopira,[9] un complejo medicamento compuesto utilizado para tratar diversas enfermedades, incluida la parálisis, fue inventado por Cosmas y Damián[10].

Durante la persecución de Diocleciano, Cosmas y Damián fueron arrestados por orden del prefecto de Cilicia, un tal Lisias que no se conoce, quien les ordenó bajo tortura que se retractaran. Sin embargo, según la leyenda, se mantuvieron fieles a su fe, soportando ser colgados en una cruz, apedreados y atravesados por flechas, y finalmente sufrieron la ejecución por decapitación. Antímo, Leoncio y Eupropio, sus hermanos menores, que fueron inseparables de ellos durante toda su vida, compartieron su martirio[5].

La veneración de Cosme y Damián se extendió rápidamente más allá de Constantinopla; los relatos de su martirio fueron reescritos por diversos autores como Andrés de Creta, Pedro de Argos, Teodoro II Laskaris y un tal Máximo hacia el año 1300. Las leyendas se conservan también en siríaco, copto, georgiano, armenio y latín[11].

Cuando nacieron san cosme y san damián

Limitada al norte por Santa María la Ribera y al sur por San Rafael, la comprensión de esta calzada, pero un tramo de la antigua carretera de Tacuba, es tan interesante como las curiosas ruinas del Cine Opera (abajo) que casi eclipsan la iglesia original de la zona.

Los santos Cosme y Damián tienen una extraña fama en Occidente. Mientras que en el Oriente ortodoxo se celebran nada menos que tres grupos de santos hermanos gemelos, seis santos en total, en Occidente es diferente. Se les recuerda sobre todo por haber sido colgados en una cruz, apedreados, flechados y finalmente decapitados, todo ello bajo una de las persecuciones de Diocleciano, emperador romano del 284 al 305 de la era cristiana. Se dice que tres de sus hermanos sufrieron el mismo destino y al mismo tiempo.

La iglesia que lleva el nombre de la Ribera de San Cosme, (en la foto de arriba) se encuentra justo al lado de la avenida al sur en San Rafael. San Cosme no es hoy más que una avenida, aunque flanqueada por un tianguis, y el mercado, y la estación del Metro. La iglesia está construida en una planta tradicional de cruz latina. Con un techo de arco de cañón y una cúpula octagonal que remata la torre de un solo cuerpo, siempre vale la pena una visita ponderada.

Estatua de san cosme y damián

Se trata de un edificio gótico de finales del XIV y principios del XV, que ha sufrido numerosas modificaciones y añadidos en los siglos XVII y XVIII, hasta llegar a su configuración actual. En la fachada principal, terminada en 1655, se encuentran las esculturas en piedra de San Cosme y Damián, los santos hermanos médicos, patronos del pueblo y de la iglesia, talladas por Sebastián López de Frías. Esta fachada barroca fue realizada por los maestros Simón Cordero y Esteban Iturriaga.

En la cabecera de la iglesia sobresale el gran retablo, de estilo barroco, tallado en el siglo XVIII. Los santos Cosme y Damián están situados en la nave principal, en una doble hornacina, cada uno con una mano levantada y sosteniendo en la otra el birrete. Uno de ellos lleva también una petaca de médico, en alusión a su profesión. Otro retablo es el de San Andrés, realizado a mediados del siglo XVI, probablemente por Simón de Bueras. La imagen del santo recuerda al Moisés de Miguel Ángel. En una capilla del ábside se encuentra el retablo plateresco de la Virgen del Rosario, uno de los más interesantes de la iglesia.