Retrato de enrique viii

hans holbein

Retrato de Enrique VIII es una obra perdida de Hans Holbein el Joven que representa a Enrique VIII. Fue destruida por un incendio en 1698, pero sigue siendo conocida a través de muchas copias. Es una de las imágenes más icónicas de Enrique y es uno de los retratos más famosos de cualquier monarca inglés o británico. Fue creado en 1536-1537 como parte de un mural de la dinastía Tudor en el Palacio de Whitehall, Westminster.

Hans Holbein el Joven, originario de Alemania, había sido nombrado pintor del rey inglés en 1536. El retrato fue creado para adornar la cámara privada del recién adquirido Palacio de Whitehall de Enrique. Enrique estaba gastando grandes sumas de dinero para decorar el laberinto de residencias de 23 acres (93.000 m2) que había adquirido tras la caída del cardenal Wolsey. El mural original presentaba cuatro figuras dispuestas alrededor de un zócalo de mármol: Enrique, su esposa Jane Seymour y sus padres, Enrique VII e Isabel de York. Así pues, el mural se encargó en algún momento del breve matrimonio de Enrique y Jane Seymour, y se terminó en 1537. Es muy posible que se encargara para celebrar la llegada o el nacimiento real del tan esperado heredero de Enrique, Eduardo, nacido en octubre de 1537[1]. No está claro en qué lugar del palacio se encontraba el mural, pero es posible que estuviera en la Cámara Privada o en el estudio del rey, donde sólo lo habrían visto unos pocos elegidos[2].

retratos de holbein

Este cuadro forma parte de un grupo de retratos ingleses realizados por Holbein y su escuela. Aunque alemán, Holbein fue pintor de la corte del rey Enrique VIII de Inglaterra, y el prototipo de esta imagen es su mural perdido que decoraba la Cámara Privada del Palacio de Whitehall en Londres. Realizado en 1537, ese mural representaba al rey con su tercera esposa, Jane Seymour, la única de las reinas de Enrique que le dio un heredero varón. De las numerosas pinturas derivadas de ese prototipo, incluida una copia en el castillo de Windsor, ésta es sin duda la de mayor calidad. El ejemplo más cercano al prototipo, en cambio, es el retrato de la colección Thyssen de Madrid, al que esta versión se aproxima especialmente en la representación de los detalles del cuello (estos pasajes fueron modificados posteriormente, como es visible a través de la reflectografía).

El retrato Barberini representa al rey con el mismo traje que llevó para su boda con Ana de Cleves en abril de 1540. Así pues, el cuadro puede relacionarse con el retrato matrimonial de Ana de Cleves realizado por Duren en 1539 (Museo del Louvre, París), realizado en dimensiones reducidas y sobre lienzo, tal y como estaba destinado a ser transportado.

el nacimiento de la virgen

Como es frecuente en la obra de Holbein, el retrato es típicamente más grande que la vida y con gran profundidad psicológica. Este retrato es un magnífico ejemplo del estilo del artista. El pintor consigue captar el carácter regio de Enrique VIII empleando estrategias como la colocación de la figura y las manos, la linealidad y la mirada de frente.

La pintura de retratos fue el género más popular en Inglaterra durante este periodo. Un factor decisivo en esta tendencia fue la ruptura entre la iglesia anglicana y Roma y que Enrique VIII se convirtiera en la cabeza visible de la primera. Esto hizo que se impusieran severas restricciones a los géneros pictóricos.

enrique viiimonarca de inglaterra

Enrique nació en 1491 y fue coronado rey a los 18 años. Inmediatamente se casó con la viuda de su hermano y se introdujo en la enmarañada red de la política europea. A pesar de las grandes sumas de dinero, de las muchas disputas diplomáticas y de varias batallas, su política exterior fue en su mayoría intrascendente.

Procedió a casarse cinco veces más; dos de esas esposas fueron ejecutadas. Cuando este “príncipe sereno e invencible” murió en 1547, legó a sus tres herederos una nación en bancarrota y amargamente dividida.

Enrique VIII, c1535, atribuido a Joos van Cleve. Este es mi retrato favorito del rey. Fue pintado durante su breve matrimonio con su segunda esposa, Ana Bolena. El rey es físicamente más atractivo que en los retratos posteriores de Holbein. Enrique sostiene un pergamino con la inscripción “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Marcos 16.15). Este retrato forma parte de la Colección Real.

Enrique VIII, c1536, de Hans Holbein el Joven. Este es el retrato por excelencia de Enrique VIII. Es quizá la primera imagen del rey realizada por Holbein. Está tan bellamente detallado que es necesario examinarlo de cerca. El paño de la manga de oro y el intrincado patrón del paño del jubón de plata están perfectamente realizados. Se utilizó oro auténtico para detallar la manga y las joyas del rey.