Si no quieres ser como estos lee

No leo pero quiero empezar

Un bebé no entenderá todo lo que haces ni por qué. Pero leer en voz alta a tu bebé es una maravillosa actividad compartida que puedes continuar durante años, y es importante para su cerebro.

Cuando los bebés cumplen un año, ya han aprendido todos los sonidos necesarios para hablar su lengua materna. Cuantos más cuentos leas en voz alta, más palabras oirá tu bebé y mejor podrá hablar.

Oír palabras ayuda a crear una rica red de palabras en el cerebro del bebé. Los niños cuyos padres les hablan y leen suelen conocer más palabras a los dos años que los niños a los que no se les ha leído. Y los niños a los que se les lee durante sus primeros años tienen más probabilidades de aprender a leer en el momento adecuado.

Pero quizá la razón más importante para leer en voz alta es que establece una conexión entre las cosas que más le gustan a tu bebé -tu voz y la cercanía a ti- y los libros. Pasar tiempo leyendo a tu bebé le demuestra que la lectura es importante. Y si a los bebés y a los niños se les lee a menudo con alegría, emoción y cercanía, empiezan a asociar los libros con la felicidad, y se crean nuevos lectores.

Cómo leer cuando no quieres hacerlo

Cómo ganar amigos e influir en la gente es un libro de autoayuda escrito por Dale Carnegie, publicado en 1936. Se han vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los libros más vendidos de todos los tiempos[1][2].

En 1934, Leon Shimkin, de la editorial Simon & Schuster, asistió a uno de los cursos de 14 semanas de Carnegie sobre relaciones humanas y oratoria;[3] después, Shimkin convenció a Carnegie para que dejara que un taquígrafo tomara notas del curso y las revisara para su publicación. Los cinco mil ejemplares iniciales[3] del libro se vendieron excepcionalmente bien, pasando por 17 ediciones sólo en su primer año.

En 1981 se publicó una edición revisada con lenguaje y anécdotas actualizadas[4], que redujo el número de secciones de seis a cuatro, eliminando las secciones sobre cartas comerciales eficaces y la mejora de la satisfacción marital. En 2011, fue el número 19 en la lista de los 100 libros más influyentes de la revista Time[5].

¿es malo que no te guste leer?

¿Buscas más consejos? Los autores de esta guía la han convertido en un libro. Si has dejado que la lectura se deslice a los márgenes de tu vida, ahora es el momento de recuperarla. Haz un hueco, y dedica tiempo, a los libros que lees para ti, y a los que lees con tu hijo. Si quieres criar a un lector, sé un lector.

Los libros para bebés son una necesidadPuede que pienses que te has librado de los libros hasta que tu bebé sea al menos vertical, pero no es así. Incluso los recién nacidos se benefician de la experiencia de escuchar historias (y no pueden quejarse de tu gusto por los libros). Así que aprovecha. He aquí cómo:

Lee en voz alta, todos los días. Cualquier libro. Puedes leerle cualquier cosa a un recién nacido: un libro de cocina, una novela distópica, un manual para padres. El contenido no importa. Lo que sí importa es el sonido de tu voz, la cadencia del texto y las propias palabras. Las investigaciones han demostrado que el número de palabras al que está expuesto un bebé tiene un impacto directo en el desarrollo del lenguaje y la alfabetización. Pero aquí está el truco: El lenguaje tiene que ser en directo, en persona y dirigido al niño. Encender la televisión, o incluso un audiolibro, no cuenta. Por supuesto, es bueno empezar a leer en voz alta los libros infantiles que formarán parte de la biblioteca de tu hijo. Pero no te sientas limitado. Sólo asegúrate de disfrutar.

Ya no disfruto de la lectura

Los estudios realizados por el Fondo Nacional de las Artes muestran que los estadounidenses, en general, no leen mucha literatura. La pregunta es: “¿Por qué no?”. Hay un montón de excusas que la gente da como razones por las que no han cogido un buen libro en meses -o incluso años-. Afortunadamente, para cada una de ellas suele haber una solución.

¿Crees que no tienes tiempo para coger un clásico? Llévate un libro a todas partes y, en lugar de coger el móvil, abre el libro -o el lector electrónico-. Puedes leer mientras haces cola, en salas de espera o durante el trayecto en tren. Si las obras más largas te parecen abrumadoras, empieza con cuentos o poesía. Se trata de alimentar la mente, aunque sólo sea un poco cada vez.

Si bien es cierto que poseer libros se consideraba un lujo, hoy en día existen numerosas fuentes de literatura barata. Internet ha abierto un nuevo campo para los lectores. La literatura, tanto la antigua como la nueva, está disponible en tu dispositivo de mano de forma gratuita o a precios muy rebajados.