Que hacer cuando todo va mal

libro sobre qué hacer cuando las cosas van mal

¿Conoces esos días en los que todo parece ir mal y nada parece salir bien? Todos los hemos tenido, pero a veces, saber cómo afrontarlos sin que nos dé un infarto parece imposible. Queremos resolver los problemas y encontrar soluciones, pero cuando eso no ocurre tan rápido como nos gustaría, a veces nos dejamos llevar por el pánico, descargamos nuestra ira en otra persona o simplemente huimos de nuestros problemas. Sin embargo, ninguno de estos métodos mejorará el día, sino que simplemente aumentará el estrés. Si realmente quieres mantener la cabeza fría cuando las cosas van mal y aprender a afrontar los problemas de forma racional y reflexiva, sólo tienes que tener a mano algunos consejos.

Cuando todo se desmorona en nuestras vidas, solemos recurrir a los amigos y a la familia en busca de apoyo. Sin embargo, el hecho de que estas personas te quieran incondicionalmente no significa que puedas aprovecharte de ello y esperar que carguen con todo el peso. Probablemente soportarán tu ira, pero eso no significa que deban hacerlo. Intenta tomarte unos minutos para recuperar el aliento y calmarte, para poder explicar los problemas con claridad sin dejar que tu ira te controle.

qué hacer cuando las cosas van mal en el trabajo

“Hoy estoy sentada en la cama del hospital esperando que me extirpen los dos pechos.    Pero, de una manera extraña, me siento afortunada.    Hasta ahora no he tenido problemas de salud.    Soy una mujer de 69 años que se encuentra en la última habitación al final del pasillo antes de que comience la división pediátrica del hospital.    En las últimas horas he visto pasar a decenas de pacientes con cáncer en sillas de ruedas y camas rodantes.    Ninguno de estos pacientes podría tener más de 17 años”.

Es una entrada del diario de mi abuela, fechada el 16 de septiembre de 1977.    La fotocopié y la colgué en mi tablón de anuncios hace una década.    Todavía está ahí, y sigue recordándome que siempre, siempre, siempre hay algo que agradecer.    Y que no importa lo bien o lo mal que lo tenga, debo levantarme cada día agradecida por mi vida, porque alguien en algún lugar está luchando desesperadamente por la suya.

A decir verdad, la felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de afrontarlos.    Imagina todas las cosas maravillosas que tu mente podría abrazar si no estuviera tan envuelta en tus luchas.    Mira siempre lo que tienes, en lugar de lo que has perdido.    Porque lo que cuenta no es lo que el mundo te quita, sino lo que haces con lo que te queda.

cómo mantenerse positivo cuando las cosas van mal

Leslie Ralph, M.A., Ph.D. es una psicóloga clínica licenciada que actualmente trabaja en la Universidad de Arizona. Obtuvo su licenciatura en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, TN, y su maestría y doctorado en Psicología Clínica en la Universidad Tecnológica de Texas.

Todos hemos tenido esos días (meses o años, ¿alguien?) en los que parece que no hay más que un problema tras otro. Amenazan con derribarnos e impedirnos avanzar. Momentos como éste pueden sorprendernos, pero podemos salir de ellos mucho más sabios y fuertes. He aquí algunas cosas que hay que hacer, no hacer y recordar cuando parece que todo va mal.

qué hacer cuando todo se pone en contra

Todos nos hemos enfrentado al menos a un acontecimiento en nuestra vida en el que las cosas no salieron como queríamos. Cuando las circunstancias acaban saliendo “mal”, significa simplemente que los acontecimientos se desarrollaron de una manera que no esperábamos que sucediera.

Sin embargo, cuando las cosas no salen como queríamos, podemos entrar rápidamente en modo “crisis”, poniendo en marcha nuestra respuesta de lucha o huida como forma de remediar la situación o de alejarnos de ella.

La cuestión es que la mejor manera de enfrentarse a las cosas cuando no salen como queremos no es luchar para reconstruirlas o huir del problema. En cambio, lo mejor es alejarse de la situación, analizarla objetivamente y recuperar el control de tu proceso de pensamiento con lógica, en lugar de con emoción. Esto le permitirá recuperar el control de sus respuestas físicas.

Si te permites el tiempo de comprender mejor cómo salieron las cosas mal en primer lugar, te concedes posteriormente la capacidad de abordar y analizar la situación. Esto, a su vez, le otorgará una perspectiva más amplia de la situación, permitiéndole reconocer la serie de eventos que causaron que la situación saliera “mal” en primer lugar.