Eres tu quien me dio mas abrazos en los malos momentos

7:33forest blakk – if you love her (behind the song)forest blakkyoutube – 5 feb 2021

Fue entonces cuando la nieta de Gagnon, Carly Marinaro, ideó una solución innovadora en forma de dispositivo de “tiempo de abrazos”. Dentro de un marco hecho de tuberías de PVC, Marinaro diseñó una barrera de plástico transparente con dos brazos para que abuela y nieta pudieran compartir un abrazo y minimizar el riesgo de exposición al coronavirus.

Al igual que Gagnon, muchos estadounidenses han echado de menos el calor de un abrazo, la intimidad de un beso o la sensación tranquilizadora de coger la mano de alguien. Cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron su consejo de permanecer a dos metros de distancia de los demás, allá por marzo de 2020, eso hizo que, de repente, el contacto afectivo fuera escaso.

Lo que la gente ha sufrido durante la pandemia es “hambre de tacto”, un término coloquial para lo que los científicos sociales llaman “privación de afecto”, un estado en el que los individuos quieren o necesitan más afecto del que reciben. Y he aquí por qué es importante.

Al igual que el hambre normal, el hambre de tacto sirve para alertar de que falta algo importante, en este caso, la sensación de seguridad, intimidad y cuidado que proporciona el contacto táctil. A medida que la gente se ha esforzado por tomar distancia socialmente, muchos han descubierto la sensación de privación que puede acompañar a la falta de contacto afectivo.

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Durante mi último semestre de licenciatura, hice dos carteles que decían: “¿Te sientes estresado por los exámenes? Recibe un abrazo gratis”. Luego recluté a un amigo y nos pusimos en la entrada de la biblioteca del campus, levantamos los carteles y esperamos. Los transeúntes tuvieron una de dos reacciones: O bien bajaban rápidamente la vista a sus teléfonos y pasaban torpemente de largo, o bien se les iluminaba la cara al abrazarnos. La mayoría de la gente estaba entusiasmada. Algunos exclamaron: “¡Me habéis alegrado el día!” o “Gracias. Necesitaba esto”. Uno saltó a mis brazos y casi me hizo caer. Tras dos horas de cálidas interacciones, mi amigo y yo no podíamos creer lo llenos de energía y felices que nos sentíamos.

Un estudio publicado a principios de este mes sugiere que, además de hacernos sentir conectados con los demás, todos esos abrazos pueden haber evitado que enfermemos. Al principio, este hallazgo probablemente parezca contraintuitivo (por no decir extraño). Podrías pensar, como yo, que abrazar a cientos de desconocidos aumentaría tu exposición a los gérmenes y, por tanto, la probabilidad de caer enfermo. Pero la nueva investigación de Carnegie Mellon indica que sentirse conectado a otros, especialmente a través del contacto físico, nos protege de las enfermedades inducidas por el estrés. Esta investigación se suma a una gran cantidad de pruebas sobre la influencia positiva del apoyo social en la salud.

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Si odias que te abracen, el mundo puede ser un lugar difícil. Nunca sabes cuándo alguien con el que has quedado para tomar un café rápido se acercará a ti, con los brazos abiertos, para abrazarte. Tus opciones son limitadas: puedes esquivar el gesto con torpeza, extender la mano para un apretón de manos o someterte al indeseado abrazo del oso. Independientemente de si estás a favor o en contra de los abrazos, aquí tienes todo lo que debes saber sobre el comportamiento humano de los abrazos: Por qué la gente ama o detesta los abrazos ¿Por qué algunas personas aman un buen abrazo, mientras que otras los aborrecen? Según los expertos, puede tener algo que ver con la forma en que te criaron.

a veces sólo se necesita un abrazo de la persona adecuada

Como habrás oído, el 21 de enero es el Día Nacional del Abrazo. Pero antes de que abraces a tu perro para celebrar esta muestra de afecto, vamos a analizar esta cuestión: ¿A los perros les gusta que les abracen?

Los expertos en comportamiento canino creen que, en general, a los perros no les gusta que los abracen. Sin embargo, cada perro tiene una personalidad única. A algunos les desagradan los abrazos más que a otros, y otros los adoran.

Como primates, estamos programados para expresar afecto a través de los abrazos. Incluso los chimpancés lo hacen. Pero los perros demuestran su amor de otras maneras, ya que sus patas no están hechas exactamente para envolver a otro perro o persona. El abrazo es un concepto realmente extraño para nuestros compañeros caninos. Cuando usted abraza a su cachorro, probablemente piense: “¿Por qué mi humano hace esto? – De la misma manera que nos preguntamos por qué los perros se huelen el trasero cuando se encuentran. Aunque los humanos y los caninos han estado íntimamente conectados a lo largo de nuestra historia evolutiva, todavía hay algunos instintos primarios y formas de comunicación que no compartimos, y los abrazos son uno de ellos.