Cambiar de vida a los 50

¿se puede dar un giro a la vida a los 50 años?

Me ha gustado su artículo. Desde hace mucho tiempo, soy consciente de que los años pasan zumbando por delante de mí y que la vida parece haber pasado de largo. Parece que hace 5 minutos que “celebré” mi 40 cumpleaños. A mis 50 años, reflexiono constantemente sobre el pasado y sobre lo que podría haber hecho mejor o simplemente me siento triste por el pasado, por los buenos tiempos y por lo rápido que han pasado. Perdí a mi madre en marzo de este año y a mi padre 9 meses antes. Los echo mucho de menos, especialmente a mi madre, ya que no pude despedirme de ellos. Tengo pareja y me ha ayudado mucho en estos momentos difíciles, pero no sé qué es, me siento estancada y en general insatisfecha con mi suerte. No todo el tiempo, debo añadir. A veces encuentro alegría y felicidad en cosas sencillas como disfrutar de una buena comida o jugar con los gatos. Tiendo a pensar en lo negativo en lugar de en lo positivo, pero también intento centrarme en el aquí y el ahora, pero a veces es difícil. Me pregunto si muchos otros hombres se sienten igual a mi edad, casi siempre conscientes de que el tiempo se acaba… Mónica Castenetto23 de noviembre de 2020 a las 6:46 pmRepública

La vida después de los 50 años

Si hay una sola palabra que describa la diferencia en mi vida desde que cumplí 50 años, es “ajuste”. Parece que estoy constantemente haciendo ajustes de un tipo u otro y más rápido de lo que lo hacía cuando era más joven. Me lleva más tiempo hacer ciertas tareas, y no soy tan rápido recordando nombres o acontecimientos importantes. Así que, para seguir disfrutando de una vida gratificante, he tenido que aprender a adaptarme a mi avanzada edad.

Lo más probable es que en los últimos 20 ó 30 años hayas tenido poco tiempo libre o ganas de hacer balance de tu vida. Para evitar el síndrome de “ojalá hubiera o no hubiera…” que les ocurre a tantas personas mayores, tómese un tiempo ahora para determinar qué quiere hacer con sus próximos años.

Fíjate en lo bien que se te da tu propia carrera. Sin duda estarás de acuerdo en que tu experiencia puede ser un gran activo para los colegas menos experimentados. Ahora trata de entender lo mucho que podrías ganar si buscas la ayuda de otros, como los orientadores profesionales con experiencia en ayudar a la gente a encontrar la carrera adecuada.

Es habitual escuchar a las personas de más de 50 años hablar de lo importante que es maximizar el desarrollo de sus conocimientos y habilidades. Dominar el propio oficio es el objetivo normal de la mayoría de los trabajadores, ya sea por su propio bien o por razones espirituales.

Encontrarse a sí mismo a los 50 años

Mezclado con sus canciones más antiguas sobre la rebelión de la clase obrera y los romances que acabaron mal, el Boss cuenta historias de su vida actual ante audiencias repletas en el teatro Walter Kerr de Nueva York. Por ejemplo, cómo baila con su madre, enferma de Alzheimer. Y lo mucho que echa de menos a su viejo amigo y saxofonista Clarence Clemons, que murió en 2011 tras complicaciones de un derrame cerebral a los 69 años, justo un año mayor que Springsteen.

Sea cual sea la palabra que utilices, la dinámica es la misma: llegas a un punto de inflexión en tu vida cuando las fuerzas externas y los anhelos internos se combinan para convencerte de que necesitas un nuevo camino para seguir siendo vital y relevante. La iluminación es lo que ocurre, con suerte, a lo largo del camino.

A menudo, el proceso comienza en el trabajo, ya que las jóvenes estrellas ascienden y la tecnología reconfigura el mercado laboral, y muchos trabajadores mayores empiezan a sentirse marginados. Entonces se busca -o se obliga a buscar- una nueva forma de ganarse la vida.

Pero la reinvención también se produce en los aspectos más íntimos de nuestras vidas. A medida que surgen problemas de salud y los cambios en la dinámica familiar provocan cambios en nuestras relaciones con los cónyuges, los amantes, los hijos y los padres, naturalmente empezamos a reflexionar más profundamente sobre nuestro propósito y nuestros valores.

Sin rumbo en la vida a los 50 años

He entrevistado y hablado con muchas personas de 50, 60 y 70 años que no ven el envejecimiento como una realidad sombría que hay que aceptar. Tienen programas para cuidarse. Hacen un ejercicio intenso: corren en bicicleta, levantan pesos pesados, entrenan la fuerza, desafiando sus cuerpos y sus mentes. Los seres humanos estamos diseñados para trabajar duro. Tendemos a desmoronarnos si nos lo tomamos con demasiada calma. En el año 300 a.C., cuando Alejandro Magno hacía lo suyo marchando por Asia, el jefe de su guardia personal tenía 65 años. Este tipo llevaba un escudo y una espada y salía a luchar. A los 65 años, era un hombre normal, sano y trabajador. ¿Qué era la jubilación en el 300 a.C.? Era dejar la lucha e ir a trabajar en la granja – sin sillas La-Z-Boy o televisores. Por supuesto, en aquella época había otros problemas de salud, pero la idea de la discriminación por edad, tal y como la concebimos nosotros, no existía. Uno podía hacer la tarea o no.

Vivimos más tiempo, pero para vivir más tiempo y con más salud tenemos que tomar buenas decisiones. Aunque es cierto que a medida que envejecemos nos enfrentamos a ciertos obstáculos, lo que es aún más real es que si “nos lo tomamos con calma” vamos a morir. Tenemos que creer en nuestras capacidades y no esperar que la edad nos limite demasiado.